Violencia intrafamiliar durante la Pandemia: recomendaciones

El período de cuarentena en nuestro país ha sido sin duda beneficioso para prevenir mayores contagios y un aumento en las cifras de decesos. Sin embargo, la otra cara de la moneda en este período ha sido el aumento de la violencia intrafamiliar (VIF) y de los abusos de todo tipo (físico, sexual, psicológico y emocional), lo cual afecta directamente a quienes sufren este tipo de violencia. Es por eso que este artículo busca otorgar algunas recomendaciones que como profesionales del área de la salud pueden facilitar, considerando siempre que es un tema delicado y que por lo mismo cada caso debe ser atendido de forma oportuna.

Violencia se puede definir como un acto de opresión hacia otra persona o una forma de ejercicio de poder por parte de quien la ejerce y una posición de sometimiento por quien la recibe, aunque otras definiciones se basan en la intención de violar o invadir los espacios de otra persona para quitarle poder o desestabilizarla. Según estudios, esta se genera, en la mayoría de los casos, debido a una falta de control de impulsos por parte de quien agrede, por carencias afectivas o por una incapacidad para resolver los problemas de formas adecuadas. Pese a que sido difícil categorizar los tipos de violencia, suelen considerarse la violencia física, la violencia psicológica, la violencia sexual y la violencia económica.

Violencia intrafamiliar durante la Pandemia

Dentro de los factores asociados al aumento en la VIF, se encuentra en primera instancia la mayor cantidad de tiempo que las personas pasan en sus casas debido al cambio en los métodos de trabajo, siendo obligados a convivir por más tiempo y generando un aumento en los conflictos. Cada caso es bastante particular, sin embargo, según investigaciones usualmente son las mujeres quienes están más expuestas a la VIF por parte de sus parejas, siendo una de cada tres mujeres víctima de violencia por parte de sus parejas en algún momento de sus vidas según organizaciones internacionales.

Estas mujeres víctimas de VIF en algunos casos dependen económicamente de su agresor, y por lo tanto adoptan una postura de sumisión como mecanismo para evitar más agresiones. Por lo mismo, el Ministerio de Salud de Chile ha dispuesto de diversos métodos para que las mujeres que son víctimas de algún tipo de violencia y/o abuso dispongan de la información necesaria para buscar ayuda. Se recomienda que las potenciales víctimas descarguen alguna de las aplicaciones disponibles (“Voy contigo” o “ANTONIA”). También se recomienda estar en contacto permanente con familiares, amigos y tener el número del plan cuadrante en caso de cualquier riesgo. En caso de ser víctima o testigo de VIF, llamar al 1455 para orientación, el cual está disponible las 24 horas del día, como también los números de Carabineros (133 o 149) o de la PDI (134).

Además de considerar como primera opción estas posibilidades en caso de correr riesgo, se recomienda que las personas víctimas o posibles víctimas de VIF busquen apoyo psicológico o psicofarmacológico según sea su caso. Como profesionales de la salud mental, existen psicólogos especializados en este tema, quienes usualmente utilizan un enfoque interaccional, es decir, buscan describir los circuitos de comunicación que sostienen y mantienen la violencia. Sin embargo, las personas víctimas de estos tipos de violencia generalmente buscan ayuda cuando se encuentran en crisis, por lo que las intervenciones en crisis son esenciales para una terapia en torno a la temática de VIF.

Otro modelo importante para tratar a las víctimas de VIF es el modelo en redes, que considera que cada persona significativa que forma parte de la vida de la vida de la persona es alguien a quien se puede acudir, ya sea de forma habitual o de forma esporádica, según el nivel de cercanía que se tenga con cada una de estas personas. En este ámbito, el apoyo social que una red otorga es un factor importante, ya que según estudios las personas que cuentan con un mayor apoyo social tienen menos probabilidades de depresión o de suicidio en episodios de sufrimiento. En otras palabras, las redes sociales tienen una función de amortiguar el impacto de los efectos estresantes en la vida de las personas.

Pese a que existen diversos medios para solicitar ayuda o apoyo, siempre el mejor método es la prevención. La prevención debe estar enfocada en informar a la población mediante acciones de sensibilización respecto a lo que es considerado un buen trato de pareja, la promoción del respeto y la equidad en las relaciones. Para este objetivo se sugiere realizar talleres, capacitaciones, desarrollo de campañas comunicacionales. Luego, el siguiente nivel para mujeres que se encuentran en riesgo de leve a moderado, es la realización de intervenciones enfocadas en primeras atenciones y en orientación, como también en contención emocional. Se debe siempre identificar la gravedad de la situación del maltrato y en función de esto activar la red que corresponda.

Autor Artículo 

María José Campos Diocaretz, Psicóloga UDD, Chile –  Bachelor of Psychological Science, Universidad de Newcastle, NSW, Australia.

Referencias

http://www.seguridadpublica.gov.cl/media/2019/07/Prevencion-de-la-violencia-contra-la-mujer-en-contexto-de-pareja.pdf

http://www.buentrato.cl/pdf/est_inv/violen/vp_abordaje.pdf

 

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