Test MMPI, Validez y Confiabilidad.

 

Una prueba bastante empleada para medir características psicopatológicas globales, trastornos psicosomáticos, intereses, personalidad y patrones de conducta en las personas es el MMPI; “Minnesota Multiphasic Personality Inventory”, denominado de esta manera debido a que se encuentra patentado por la Universidad de Minnesota. Esta prueba es bastante utilizada en la psicología clínica, en la psicología educacional, en la neuropsicología, en el peritaje forense, en la selección de personas, entre otros. Esta evaluación de la personalidad se realiza mediante grupos de escalas; escalas de validez, escalas clínicas, escalas de contenido y escalas suplementarias. El MMPI registra 4 escalas de validez y 10 escalas clínicas básicas para elaborar un perfil básico. Asimismo, contiene 15 escalas suplementarias que tienen como objetivo ampliar la información obtenida en las escalas clínicas.

 

Pese a que en la actualidad existen distintas versiones de este instrumento, 2 de estas versiones son las más utilizadas; la primera de ellas, considerada la versión original, fue publicada en el año 1942 y tenía como finalidad de evaluar efectivamente la personalidad. La segunda versión, denominada MMPI-2, fue publicada el año 1989 y tuvo como finalidad estudiar varios factores de la personalidad a través de tres grupos de escalas: básicas, de contenido, y complementarias. Contiene también un grupo de escalas referentes a la validez, y a otras adicionales como las subescalas, siendo ideal aplicarlo completo para poder obtener valorar todas las escalas. Es por ello que muchos estudios sobre las propiedades psicométricas del test se centran en comparar las propiedades del MMPI con el MMPI-2, es decir, con la versión revisada y actualizada del test.

Test MMPI, Validez y Confiabilidad

Pese a lo anterior, el año 2016 se publicó una investigación realizada por A. del Barrio, A. Jiménez-Huete, R. Toledano, I. García-Morales y A. Gil-Nagel sobre la validez de las escalas clínicas y de contenido del MMPI-2 para el diagnóstico de crisis no epilépticas psicógenas (CNEP). En este estudio, se analizó a 37 pacientes con CNEP solas o combinadas con crisis epilépticas y a 172 pacientes sólo con crisis epilépticas. Dentro de las conclusiones, los autores establecen que el MMPI-2 presenta una validez significativa, pero moderada, para el diagnóstico de CNEP en los pacientes remitidos a una unidad de epilepsia. Se concluye además que el uso de las escalas de contenido no produce una mejora significativa en los resultados obtenidos con las escalas clínicas. Sin embargo, una de las limitaciones del estudio fue el no haber analizado la fiabilidad de los modelos.

 

Otra investigación dedicada a comparar las propiedades psicométricas del MMPI y el MMPI- 2 en una muestra de universitarios bogotanos realizada por Guillermo García Méndez y Juan Romero Madriñán, concluyó que la consistencia interna es elevada para la mayoría de las escalas de ambas versiones. El MMPI fue aplicado a 2483 estudiantes y aspirantes de alguna carrera superior, mientras que la versión MMPI-2 fue aplicada a 95 estudiantes regulares de alguna carrera universitaria. Las correlaciones principales de Pearson se dan entre las análogas de ambas versiones de prueba, los cuales son resultados coherentes según otras investigaciones realizadas en Colombia sobre las propiedades psicométricas del test. A modo global, el MMPI-2 muestra niveles más altos de confiabilidad y validez de constructo, sin embargo, los coeficientes de consistencia interna se muestran aceptables para ambas versiones, oscilando entre .31 y .90., siendo más elevados los índices en el MMPI-2.

 

En relación a la revisión sistemática sobre el MMPI, esta fue realizada por Christian Zambrano-Guerrero, Diego Caicedo-Padilla y Sonia Matabanchoy-Tulcán a través de un estudio sobre la aplicabilidad de esta prueba por medio de una revisión sistemática de la literatura de 41 estudios en bases de datos de libre acceso para recopilar información sobre el instrumento y sobre su aplicación en distintos contextos y momentos del tiempo, contemplando desde el año 1990 hasta el año 2015. Se concluye que la mayoría de las investigaciones han logrado demostrar la validez y la confiabilidad del MMPI y se reconoce la necesidad de continuar investigando aspectos relacionados a la aplicación, validación y sistematización del instrumento. Asimismo, el hecho de ser una herramienta utilizada en distintas décadas y en distintos contextos sustentan su validez y su confiabilidad a través del tiempo.

 

Finalmente, un artículo publicado por Fernando Rissetti en el año 1996 en Chile sobre la validez incremental del MMPI-2 concluye que el MMPI-2 mantiene intacta su estructura interna en lo relativo a las escalas de validez y clínicas tradicionales, tras revisar los resultados reportados en la literatura extranjera en relación a la validez incremental del MMPI-2. Estos resultados de la literatura extranjera son contrastados con los resultados obtenidos en Chile durante el proceso de estandarización y validación de la psicotecnología. Sin embargo, Fernando Rissetti recomienda que se realicen futuros estudios que aporten datos relacionados al aporte incremental de las 15 nuevas escalas de contenido del inventario, destinadas a complementar la información obtenida en las primeras escalas clínicas, dado que, pese a que la evidencia obtenida en su análisis es promisoria, no resulta evidencia concluyente.

Psicólogos

Referencias

https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0213485313002922

https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/3051813.pdf

http://www.scielo.org.co/pdf/reus/v17n2/v17n2a10.pdf

http://www.psykhe.cl/index.php/psykhe/article/download/88/88

 

Autor Artículo 

María José Campos Diocaretz, Psicóloga UDD, Chile –  Bachelor of Psychological Science, Universidad de Newcastle, NSW, Australia.

 


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