Test MMPI aportes en Latinoamérica.

 

El MMPI, Inventario Multifásico de la Personalidad de Minnesota, es uno de los instrumentos psicológicos más utilizados para realizar evaluaciones psicológicas, buscando medir características psicopatológicas globales, trastornos psicosomáticos y para evaluar patrones de conducta en los sujetos. Este instrumento es bastante empleado en la psicología clínica, en los procesos de selección, en la psicología jurídica, entre otros. Actualmente, la versión revisada es la más utilizada dentro de las distintas actualizaciones del test (MMPI-2). Esta versión consta de 567 ítems, en las que los primeros 370 ítems son escalas clínicas y de validez. El test se realiza a personas mayores de 18 años y su duración es de 60 a 90 minutos aproximadamente. Sin embargo, considerando que su creación fue llevada a cabo en Estados Unidos y sus actualizaciones también, en este artículo se revisarán los aportes Latinoamericanos en torno a este instrumento.

 

Uno de los grandes aportes en nuestro continente es el publicado por Renato Zambrano Cruz en la Universidad Cooperativa de Colombia, quien realizó una revisión sistemática del inventario multifásico de personalidad de Minnesota, con el objetivo de establecer la vigencia y la aplicabilidad del MMPI. Se realizó un estudio de revisión sistemática en el que se encontraron 452 artículos que cumplían con los criterios de inclusión de la investigación, no obstante, se decidió tomar una muestra proporcional del 10% por cada año encontrado, abarcando desde el año 2000 hasta el año 2010, teniendo finalmente 46 artículos para el análisis. Las conclusiones de esta revisión indican que el MMPI es un instrumento con muy buenas habilidades psicométricas en sus distintas versiones, y que no presenta variaciones significativas en poblaciones distantes, por lo que su uso es adecuado en cualquier contexto.

En otro estudio, Benito Estrada Aranda publicó un artículo sobre las correlaciones entre estilo personal del terapeuta y las escalas clínicas el MMPI-II en la Revista Argentina de Clínica Psicológica. Para llevar a cabo este análisis, se aplicó el Cuestionario de Estilo Personal (EPT) del Terapeuta y el Inventario Multifacético de la Personalidad de Minnesota (MMPI) en 20 terapeutas en formación con una edad media de 23 años. Las conclusiones del estudio indican que la relación entre las escalas clínicas es lo que generalmente se reporta en la literatura sobre personalidad medida mediante el MMPI, en donde, por ejemplo, la escala de Hipocondriasis (Hs) correlaciona positivamente y significativamente con las escalas de Depresión (D), Histeria (Hi), Desviación Psicopática (Dp), Paranoia (Pa) y Esquizofrenia (Es). Asimismo, se encontró una correlación significativa y negativa entre la escala Hs con el estilo instruccional (r=-0,501), y una correlación significativa y positiva entre la función operativa y la escala de Psicastenia (Pt).

 

Otro gran aporte fue también realizado mediante una revisión sistemática sobre el MMPI por los autores Christian Zambrano-Guerrero, Diego Caicedo-Padilla y Sonia Matabanchoy- Tulcán de la Universidad de Nariño. Esta revisión sistemática se llevó a cabo en base a 41 estudios en bases de datos de libre acceso, los cuales permitieron recopilar información sobre el MMPI y su aplicación en distintos contextos y en distintos momentos, abarcando desde el año 1990 hasta el año 2015. Se concluyó que la mayoría de las investigaciones han logrado demostrar la validez y la confiabilidad del MMPI y se admite la necesidad de continuar investigando aspectos relacionados a la aplicación, validación y sistematización del instrumento. De la misma forma, las puntuaciones normativas no presentan variabilidad en las distintas poblaciones, ya que los resultados son bastante similares entre personas de distintos países. Por este motivo, el hecho de ser una herramienta utilizada en distintas décadas y en distintos contextos sustentan su validez y su confiabilidad a través del tiempo.

 

Finalmente, otro gran aporte fue realizado por la autora Margot Velez de Pava, quien llevó a cabo la construcción de una escala T en 500 estudiantes de una universidad en Colombia, basándose en la necesidad de crear una prueba óptima para los procesos de selección de estudiantes que permitiera conocer el perfil de los estudiantes y a su vez ampliar el MMPI como prueba de personalidad. Sin embargo, las conclusiones y discusiones del artículo indican que el MMPI es un instrumento intrínsecamente imperfecto dado que, pese a que brinda cierta cantidad de información de la personalidad de cada individuo, no brinda toda la información necesaria, por lo que el psicólogo clínico es quien debe valorar adecuadamente cada perfil de personalidad. Además, se considera que el test no es el más indicado para la orientación profesional de los estudiantes, ya que se consideraría más útil para evaluar a grandes grupos de estudiantes para obtener los rasgos generales de ellos y sólo realizar un estudio profundo en quienes presenten rasgos de personalidad demasiado desviados.

 

Referencias

http://www.scielo.org.co/pdf/dpp/v10n1/v10n1a12.pdf

http://www.scielo.org.co/pdf/reus/v17n2/v17n2a10.pdf

https://revistaclinicapsicologica.com/pdf_files/trabajos/vol_23/num_2/RACP_23_2_153_X HEL46XGLA.pdf

 

Autor Artículo 

María José Campos Diocaretz, Psicóloga UDD, Chile –  Bachelor of Psychological Science, Universidad de Newcastle, NSW, Australia.

 


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