Test MMPI, Aportes en Chile

 

El Inventario Multifásico de la Personalidad de Minnesota (MMPI) es uno de los instrumentos más utilizados actualmente para evaluar la personalidad global y rasgos psicopáticos en las personas, como también intereses y patrones de conducta futuros. La versión original del inventario fue publicada en el año 1942 y luego ha sido revisado, actualizado y traducido a distintos idiomas y países, extendiendo su popularidad y su aplicación alrededor del mundo. Pese a que la versión original del inventario y sus recientes actualizaciones son desarrolladas en Minnesota, Estados Unidos, nuestro continente no ha quedado exento de aportes al inventario. Por este motivo, en este artículo se revisarán los distintos aportes de nuestro país, Chile, al MMPI.

 

Uno de los grandes aportes a este instrumento fue un artículo publicado por Fernando Rissetti en el año 1996 en nuestro país en torno la validez incremental del MMPI-2, concluyendo que el MMPI-2 mantiene intacta su estructura interna en lo relativo a las escalas de validez y clínicas tradicionales, tras revisar los resultados reportados en la literatura extranjera en relación a la validez incremental del MMPI-2. Estos resultados de la literatura extranjera son contrastados con los resultados obtenidos en Chile durante el proceso de estandarización y validación de la psicotecnología. No obstante, Fernando Rissetti recomienda realizar futuros estudios que aporten datos relacionados al aporte incremental de las 15 nuevas escalas de contenido del inventario, enfocadas a complementar la información obtenida en las primeras escalas clínicas, ya que, pese a que la evidencia obtenida en su análisis es promisoria, no resulta evidencia concluyente.

Test MMPI, Aportes en Chile

Otro gran aporte publicado en la Revista de Psicología de la Universidad de Chile fue realizado por Iris Gallardo, Yolanda Álvarez y Mónica Rojas, quienes llevaron a cabo un estudio de la Validez predictiva del examen especial de admisión de alumnos a la carrera de Psicología mediante una muestra de 121 estudiantes que ingresaron a la carrera en promociones consecutivas. Para ello, se aplicó el MMPI-2, el test de Zulliger, una entrevista clínica grupal y una situación grupal. El MMPI-2 fue aplicado dado que permite clasificar a los sujetos evaluados en Normales No válidos, Clínicos y Subclínicos para esta ocasión. Los resultados obtenidos indicaron que la proporción de estudiantes con desórdenes mentales fue estadísticamente inferior a proporción presentada por la población de referencia, pero que, sin embargo, el test de Zulliger fue el que más aportó a la predicción de desórdenes contraindicados en los estudiantes.

 

En los países latinoamericanos en general, y en Chile en particular, es pequeño el número de instrumentos de evaluación psicológica disponibles para trabajar con población adolescente, que realmente sean apropiados y estén adecuadamente estandarizados. Puesto que es indispensable contar con estas herramientas para realizar evaluaciones confiables, válidas y éticamente sostenibles, especialmente cuando se deben tomar decisiones sobe el funcionamiento psicológico de los adolescentes que pueden afectar su desarrollo y calidad de vida. Es por eso que el Inventario Multifásico de la Personalidad de Minnesota para adolescentes (MMPI-A) es un instrumento muy utilizado en la actualidad, tanto en la evaluación de adolescentes con problemas psicológicos como en la investigación sobre esta etapa del desarrollo. El MMPI-A pertenece a la tradición de los instrumentos de la Universidad de Minnesota y es una feliz conjunción entre aquellos aspectos del MMPI original que han demostrado ser útiles en la evaluación de adolescentes y las innovaciones desarrolladas a partir del MMPI-2.

 

En Chile, el MMPI-A es poco conocido, aunque ya han aparecido algunos estudios empíricos sobre este instrumento. Existe una versión chilena del MMPI-A producto de un proceso de adaptación al contexto lingüístico y cultural de los adolescentes chilenos de las versiones previas en español y la original en inglés que utilizó el enfoque del comité junto al método de descentramiento. La versión chilena del MMPI-A fue aplicada de manera preliminar a 300 adolescentes no-consultantes, escolarizados, y a 74 adolescentes consultantes por problemas de salud mental. En estos estudios se revisó la fiabilidad del instrumento encontrándose que pese a la longitud de la prueba los jóvenes podían responderla sin dificultades en un tiempo medio de 90 minutos y con niveles adecuados de consistencia interna. Se explicaron diferencias según género y edad encontrándose que las diferencias entre hombres y mujeres se corresponden con los estereotipos de género y que los sujetos más jóvenes tienen a puntuar más alto que los sujetos mayores. En la evaluación de adolescentes consultantes se observó que, los protocolos alcanzaban niveles aceptables de confiabilidad en la mayoría de las escalas; además, presentaban diferencias significativas en la dirección esperada teóricamente respecto a un grupo normal pareado según variables sociodemográficas. Estos resultados, acordes con los reportados en la literatura internacional permitieron continuar con el estudio del instrumento en adolescentes chilenos.

Psicólogos

 

Referencias

 

 

Autor Artículo 

María José Campos Diocaretz, Psicóloga UDD, Chile –  Bachelor of Psychological Science, Universidad de Newcastle, NSW, Australia.

 


CURSOS DE PSICOLOGÍA ONLINE