Coronavirus y trastornos psicológicos con mayor prevalencia: posibles indicaciones para psicólogos.

Durante desastres naturales o situaciones altamente estresantes, se han observado alzas en problemas relacionados a la salud mental en la población que experimenta dichas situaciones, según distintas investigaciones realizadas. Sin embargo, el tipo de respuesta de las personas expuestas a situaciones estresantes dependerá de distintos factores, tales  como el tipo d desastre, su intensidad, características y factores tanto sociales como personales. Otro aspecto importante de mencionar es que no todas las personas expuestas a sucesos agobiantes desarrollan algún tipo de trastorno, de hecho, la mayoría de las personas presentará algún tipo problema psicológico transitorio y no presentarán mayores dificultades a largo plazo, lo cual no implica que las intervenciones enfocadas hacia lo preventivo dejen de ser necesarias, ya que juegan un rol fundamental en el transcurso de los síntomas.

Actualmente, debido a la pandemia que ha golpeado a nuestros continentes, se ha observado, además de muertes y una inminente recesión económica, una variedad de trastornos tanto psicológicos como psiquiátricos, siendo uno de los más prevalentes el Trastorno por Estrés Postraumático (TEPT). Dentro de los síntomas propios del TEPT se observa un alto nivel de estrés en las personas que han sufrido episodios agobiantes, y pueden también presentar sueños frecuentes del suceso, recuerdos invasores del momento, entre otros. También resulta imprescindible evaluar si la persona afectada ha presentado una disminución del interés en las actividades significativas, constricción del afecto o sentimientos de separación o de extrañeza ante los demás, según el DSM-III.

Pandemia y trastornos con psicológicos

Uno de los grupos más afectados es el personal del área de la salud, siendo la denominada socialmente “primera línea”, ya que son ellos quienes están frecuentemente en contacto con el virus y con sus consecuencias. De hecho, una investigación realizada en el personal de la salud en China determinó que el personal de la salud experimenta problemas de salud mental tales como ansiedad, estrés, ira y temor. Además, en esta misma investigación se observó que las mujeres son quienes presentan mayor cantidad de problemas relacionados a la salud mental y que además es más prevalente en enfermeras que médicos.

Sin embargo, no sólo el grupo de la salud está sufriendo las consecuencias de la pandemia, sino que toda la población mundial. Particularmente en China, los resultados mostraron que un 53,8% de la población muestra un impacto psicológico de moderado a severo, un 28.8% manifestó problemas de ansiedad, y un 16.5% reportó sintomatología depresiva de moderada a severa. En general, con la poca evidencia en torno al tema de la pandemia mundial, los especialistas ya reportan que las primeras respuestas emocionales en la población el miedo y la incertidumbre en un nivel extremo, provocando a su vez reacciones de angustia, insomnio, ira y comportamientos riesgosos como el mayor consumo de alcohol y/o drogas.

Algunas consideraciones que entrega la OMS respecto al cuidado de la salud mental en personas durante el brote son: garantizar información de calidad, incentivar y monitorear los descansos, fomentar el compañerismo, implementar horarios flexibles, proteger al personal del estrés crónico, ofrecer apoyo emocional u orientaciones a las personas afectadas, emplear el uso de tecnología para mantener contacto con sus seres queridos, cuidar las necesidades básicas y utilizar estrategias de afrontamiento, entre otras. Es importante también considerar que existen grupos de riesgo, tales como las personas de la tercera edad, específicamente quienes han pasado el tiempo de cuarentena en soledad. Es por eso que se recomienda que, en este caso, las personas mayores realicen salidas graduales y con objetivos a corto plazo, para recuperar gradualmente la seguridad social y el estilo de vida previo a la pandemia.

Es por esto que nuestra labor como profesionales de la salud mental es asegurarnos de que nuestros clientes tengan sus necesidades básicas y fisiológicas cubiertas, ya que es lo imprescindible para lograr una estabilidad mental y emocional. Además, debemos conocer y estar al tanto sobre las posibles consecuencias que la pandemia puede generar en las personas, comenzando por un correcto diagnóstico del Trastorno por Estrés Postraumático u otro trastorno del espectro ansioso o depresivo, según sea el caso. Otro aspecto relevante a considerar al diagnosticar el TEPT es la comorbilidad que presenta con otros trastornos, particularmente la depresión, el abuso de sustancias y/o de alcohol, como también algunos trastornos de ansiedad tales como la fobia social, la agorafobia o las fobias simples.

En torno a las intervenciones psicológicas propiamente tal, se recomienda implementar las intervenciones en crisis, tanto en personal del área de la salud como en la población general. El objetivo debe ser enfocado a la minimización de los daños psicológicos y a brindar asistencia durante la prevención y el control de la pandemia, evitando así futuros la generación de posteriores efectos tales como el TEPT. Particularmente en China, se han establecido protocolos en pro de priorizar la atención en la atención de pacientes, por ejemplo, comenzando por quienes presenten sintomatología severa, personal médico y personal administrativo.

Autor Artículo 

María José Campos Diocaretz, Psicóloga UDD, Chile –  Bachelor of Psychological Science, Universidad de Newcastle, NSW, Australia.

Referencias

https://scielo.conicyt.cl/pdf/terpsicol/v38n1/0718-4808-terpsicol-38-01-0103.pdf
http://www.scielo.org.pe/pdf/rnp/v83n1/1609-7394-rnp-83-01-51.pdf

 

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