Actividad física y sus beneficios psicológicos

Pese a que nuestra sociedad resulta ser cada vez más sedentaria según investigaciones, al mismo tiempo resulta más conocido el hecho de que el deporte o la actividad física tienen muchos beneficios a nivel tanto físico como psicológico. Particularmente, los estudios han demostrado que la actividad física tiene un impacto positivo en el nivel de autoconfianza, en una sensación de bienestar y en el aumento del rendimiento intelectual, siendo la actividad aeróbica y la actividad rítmica las principales en presentar dichos beneficios.

Según un artículo de Sara Márquez publicado el año 1995, las primeras reflexiones que se realizan en torno a los beneficios de realizar actividad física tienen relación con el hecho de sentirse bien, dado que realizar ejercicio genera una sensación de bienestar en las personas durante y después de su ejecución. Otra reflexión gira en torno al aspecto preventivo que tiene la actividad física, ya que se previenen trastornos mentales y disruptivos, sin embargo, en casos puntuales es necesario realizar una terapia psicológica y
complementarla con el deporte.

Otro aspecto principal que resulta beneficiado debido a la actividad física es el autoconcepto o la autoestima, definido como un sentimiento de aceptación hacia uno mismo. Según estudios realizados por Zulaika en 1999, dentro de los subdominios del autoconcepto se observan mejoras significativas en personas de ambos sexos y de todas las edades. Sin embargo, la mayoría de los estudios en torno al autoconcepto han sido realizados en adolescentes y jóvenes, encontrando que quienes realizan mayor cantidad de actividad física manifiestan una autopercepción más alta en dimensiones específicas, tales como el autoconcepto físico.

Además de las mejoras en torno al autoconcepto o autoestima, existe una relación estrecha entre los diversos trastornos mentales y la falta de actividad física. Por ejemplo, en una investigación realizada por Pierce y Pate en el año 1994, se llegó a la conclusión de que los adultos mayores que participaron de un programa de actividad física mejoraron la sensación de vigor, la depresión, la fatiga y la cólera.

De hecho, en el tratamiento de la depresión y en los trastornos ansiosos, la actividad física es recomendada como un elemento complementario. Esto se debe a que las investigaciones señalan que el deporte puede reducir la sintomatología depresiva en poblaciones clínicas y no clínicas, tal como se observa en un estudio realizado por McDonald y Hodgdon en 1991, en el que notaron una disminución significativa en la puntuación de depresión en personas que realizaban actividad física de forma regular. De igual manera, el ejercicio aeróbico ha demostrado ser efectivo al reducir los niveles de ansiedad, tal como lo demostró un estudio realizado por Raglin y Wilson en 1996. Independiente de todos los beneficios tanto físicos como psicológicos del deporte, siempre se recomienda realizar una revisión médica antes de realizar algún tipo de actividad física y en caso de tener algún tipo de patología, consultar a su médico o psiquiatra previo a su realización.

Autor Artículo 

María José Campos Diocaretz, Psicóloga UDD, Chile –  Bachelor of Psychological Science, Universidad de Newcastle, NSW, Australia.

Referencias

https://www.redalyc.org/pdf/2351/235122167013.pdf
http://www.euskomedia.org/PDFAnlt/congresos/17/01890205.pdf

 

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