Recomendaciones para enfrentar el retorno de clases de forma segura después de la Pandemia
Tras meses de confinamiento a causa de la pandemia mundial, según las autoridades de nuestro en las últimas semanas se ha logrado un mayor control de los contagios en nuestro y se hace cada vez más factible el hecho de retornar a clases y a nuestras labores habituales. Este posible retorno ha generado debate y diversas opiniones, siendo considerado irresponsable por parte de algunos sectores y necesario por parte de otros. Sea cual sea la opinión en torno a esta temática, lo relevante es estar informados sobre las medidas de seguridad e higiene, como también sobre los aspectos a considerar para un retorno seguro, comenzando desde aspectos globales a tener en cuenta como también aspectos relacionados al cumplimiento de las normas de seguridad e higiene y el apoyo mental o psicosocial que debe ser otorgado.
En los últimos meses se ha generado un debate extenso en torno a este tema, y es que sin duda el cambio de rutina y el cambio en los métodos de enseñanza han generado más de alguna problemática. Es más, el método de enseñanza virtual ha sido el medio principal para llevar a cabo las clases por parte de los establecimientos, lo cual implica que los docentes y los educadores se han visto en la obligación de dejar de lado su rol tradicional, para implicarse en un rol de moderador virtual, en el que el aprendizaje pasa a ser más autónomo por parte de los estudiantes. Sin embargo, la autonomía para la búsqueda de información por parte de estudiantes y la autonomía para la realización de sus labores no siempre resulta un método eficaz, y se debate que por tanto la enseñanza virtual sea lo óptimo para una enseñanza de calidad, por lo que muchos sectores anhelan el retorno a clases y por tanto el retorno de una enseñanza de tipo presencial.
A la fecha, no se ha establecido un día específico para el retorno a clases, y el MINEDUC ha sido enfático al mencionar que todo será informado de forma oportuna a través de medios formales, siempre y cuando las condiciones sanitarias así lo permitan. No se debe olvidar que el fin último de la estrategia del retorno a clases debe ser el garantizar el derecho a la educación y a la preservación de la vida, por lo que la estrategia debe ser delicada, gradual y basada en los lineamientos entregados por las autoridades sanitarias, tales como el distanciamiento físico, el lavado frecuente de manos, el uso de mascarillas, entre otras.
Según la OMS, hay seis criterios establecidos para retomar las actividades educativas de forma presencial:
– Tener controlada la pandemia
– Que el sistema sanitario y de salud pública tengan la capacidad suficiente de respuesta
– Que los riesgos de brote sean mínimos
– Que se establezcan medidas preventivas en los lugares de trabajo
– Que se maneje el riesgo de casos importados
– Que las comunidades estén altamente comprometidas
En cuanto a recomendaciones generales, la Mutual de Seguridad de nuestro país entrega lineamientos para la toma de decisiones al planificar el proceso de reapertura, tales como la promoción del intercambio de información sobre la enfermedad y sobre su control dentro del establecimiento, la adaptación de las políticas y del reglamento interno, el monitoreo de la asistencia escolar, un plan para la continuidad del aprendizaje, el apoyo a la educación sanitaria dirigida, y el abordaje de las necesidades de salud mental o apoyo psicosocial.
En relación al abordaje de las necesidades de salud mental y el apoyo psicosocial, la Mutual de Seguridad recomienda generar un espacio de discusión, diálogo y de resolver dudas con los estudiantes al momento de retornar a clases. Recomiendan también entregar información respecto a las emociones que pueden estar experimentando y explicar que muchas de ellas son normales para el período de crisis que estamos atravesando. También, se menciona que se debe guiar en todo momento a los estudiantes para prevenir situaciones de exclusión o de acoso escolar entre compañeros, fomentando que exista apoyo entre los mismos y buenas relaciones. Otro aspecto altamente relevante que se recomienda es el trabajar en conjunto con el área de salud y de apoyo psicosocial con el objetivo de identificar de manera oportuna tanto a los estudiantes como al personal que puedan estar experimentando sentimientos frecuentes de angustia y/o ansiedad.
Finalmente, es imprescindible apoyar a las poblaciones vulnerables y garantizar que exista la continuidad de servicios que tienen lugar en los establecimientos, tales como la alimentación, servicios de salud o las terapias para niños con necesidades educativas especiales. De la misma manera, se debe siempre considerar a quienes están en situación de discapacidad y tener presente sus posibles efectos secundarios durante la pandemia, como también estar pendientes de aquellas situaciones específicas (maltrato, abuso, violencia, entre otras), que puedan poner en riesgo la integridad de niños, niñas y adolescentes al estar en sus hogares en este período extenso de cuarentena.
Autor Artículo
María José Campos Diocaretz, Psicóloga UDD, Chile – Bachelor of Psychological Science, Universidad de Newcastle, NSW, Australia.
Referencia
https://rieoei.org/historico/deloslectores/1064Barbera.PDF