Amor y Relaciones Tóxicas: ni contigo ni sin ti

El amor tiene muchas formas y diversas formas de manifestarse. Sin embargo, existe un tipo de vínculo en el que las parejas no son capaces de terminar con la relación y, a su vez, permanecer en ella les genera un sufrimiento insostenible en el tiempo, lo cual genera sentimientos de inestabilidad, incertidumbre e insatisfacción que no permiten a la pareja poder vivir una relación más estable y más sana.

En un estudio realizado por Ximena Márquez en torno a esta temática, se nombra el fenómeno como “irrompibilidad” para describir aspectos psicoanáliticos y psicodinámicos que forman parte de patrones vinculares y personales que están implicados en este tipo de relaciones. Específicamente, se realiza un análisis dialéctico entre la observación y escucha de parejas que relatan las situaciones que experimentan, teniendo en consideración que no existen respuestas únicas.

Para ello, el estudio distingue entre tres tipos de dependencias; la dependencia emocional, la codependencia y la bidependencia. En el tipo de pareja analizado en la investigación, la dependencia corresponde a una dependencia de tipo emocional, que suele manifestarse en ansiedad, frustración y/o enojo, como también dificultades de autoestima y en las relaciones interpersonales.

Es por ello que se considera que dentro de este tipo de relaciones ambas personas están inmersas en la dinámica que llega a convertirse en un círculo vicioso, el cual puede romperse cuando uno de los miembros opta por terminar o estabilizar la relación. Algunas parejas irrompibles creen que al terminar la relación ya no son pareja, sin embargo lo siguen siendo debido a afectos internos, tanto positivos como negativos, que impiden romper el vínculo. Esto se debe distinguir de la distancia, ya que en las parejas sanas existen los límites que permiten el espacio personal de cada miembro y a su vez se remarca la identidad. En las parejas irrompibles los miembros no poseen una identidad definida ni límites establecidos, generando una fluctuación entre polos; miedo a la fusión con el otro versus miedo al abandono y angustia de separación.

Los aspectos patológicos en este tipo de vínculos, por lo tanto, se basan en que la relación con el objeto amoroso es parcializada, ya que no se logra una integración completa del otro con sus aspectos positivos y negativos. Lo patológico consiste en una negación constante de la realidad, ya que desidealizar al otro puede resultar amenazante. Las ganancias secundarias de esta patología son inconscientes, siendo una de ellas la comodidad que representa la distancia sin el romper la relación, lo cual genera un impedimento para poder resolver los conflictos de una manera sana. Los miembros de dichas relaciones necesitan tener la capacidad de elaborar duelos primarios, para lograr aprender a integrar a sus padres, a sí mismos y por ende a una pareja. Sin embargo, cada pareja irrompible es única y pese a que compartan algunos rasgos, estos no deben generalizarse.

Autor Artículo 

María José Campos Diocaretz, Psicóloga UDD, Chile –  Bachelor of Psychological Science, Universidad de Newcastle, NSW, Australia.

Referencia

https://www.redalyc.org/pdf/802/80270203.pdf

 

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