Rorschach, Confiabilidad y Validez.

Los instrumentos proyectivos son ampliamente utilizados para evaluar la personalidad, las características y el funcionamiento cognitivo de las personas. Son denominados instrumentos proyectivos en base al mecanismo de defensa en el que las personas proyectan aspectos de los cuales no son del todo conscientes o aspectos que rechazan; la Proyección. Uno de esos instrumentos es el test de Rorschach, el cual consta con 10 láminas de tinta ambiguas y poco estructuradas que suscitan verbalizaciones en las personas evaluadas, para luego ser calificadas y evaluadas. Es por este motivo que las pruebas proyectivas presentan en la actualidad un cierto nivel de controversia en relación a su validez y a su confiabilidad.

Para comprender estos conceptos y su relevancia, primero resulta imprescindible indicar sus definiciones y su relación con la aplicación de los test. En la actualidad, la validez se refiere al grado en que la evidencia y la teoría sustentan la interpretación de la puntuación de un test según un uso específico. En otras palabras y de acuerdo a Anastasi, citada en una publicación de Iliana Díaz, la validez es el grado de exactitud con que un test mide lo que pretende medir. Según Gerardo Prieto y Ana R. Delgado, la confiabilidad se define como “la consistencia o estabilidad de las medidas cuando el proceso de medición se repite”. Es decir, en base a la estabilidad de las repeticiones se puede obtener una precisión y un indicador de consistencia.

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En un artículo publicado por Rossana Lamounier y Anna Elisa de Villemor-Amaral, se compararon los indicadores de control de impulsos, afectividad, agresividad y adecuación a las normas en grupos de motoristas infractores y no infractores. Los resultados del estudio arrojaron que el grupo de motoristas infractores presentó una alta puntuación en la dificultad para controlar emociones y un alto puntaje también en el índice de impulsividad. Por lo tanto, las conclusiones de este estudio permiten establecer que el test de Rorschach es bastante útil en el ámbito clínico y que los resultados de esta investigación se pueden considerar como evidencia de validez para el uso del test en el contexto de tránsito.

En relación a la confiabilidad del test, esta suele ser bastante polémica y cuestionada ya que, al hablar de la fiabilidad de un test, se suele referir a su precisión. Es precisamente por este motivo que las técnicas proyectivas se alejan de este concepto de precisión en su aplicación. Sin embargo, se ha aplicado la fiabilidad inter-jueces al test empleando protocolos a personas que tuvieran una formación esencialmente psicoanalítica. Los resultados de fiabilidad oscilaron entre .85 y .90 según lo obtenido por J. Exner. Asimismo, la fiabilidad test-retest oscila entre un .70 y .90.

Según otro artículo publicado por Carlos Rodríguez, la fiabilidad y la validez del test de Rorschach es aceptable, particularmente la validez de constructo, más aún si se parte de hipótesis sofisticadas. Sin embargo, según el autor, el test presenta dificultades notorias al establecer su validez concurrente y predictiva, que emergen de las dificultades en definir los criterios. Junto a esta dificultad de definición, la aplicación del test deja fuera el contexto social de la persona evaluada, sin considerar que la conducta depende tanto de la personalidad como del entorno en el que se desenvuelve la misma.

En cuanto al sistema comprehensivo de Exner, desarrollado para el psicodiagnóstico del test de Rorschach, existen investigaciones que aluden también a su validez de constructo y validez concurrente. En este estudio de validación realizado por Sylvia Rivera y Milagros Cubas, se encontraron indicadores de validez concurrente en diversas variables que representan aspectos fundamentales del sistema comprehensivo. Entre estas se pueden hallar el número de respuestas, la calidad evolutiva, las respuestas populares, entre otras. Además, se hallaron variables que demuestran similitudes en dos pruebas en la medida de tendencia central y en su distribución, pudiendo anticipar la dirección de algunas variables.

Pese a las controversias y polémicas en relación a la validez y confiabilidad del test, este continúa siendo bastante utilizado al realizar evaluaciones clínicas y para complementar procesos de psicodiagnóstico, como también para procesos de selección y procesos pedagógicos, dado que se considera una prueba bastante útil. Sin embargo, se debe tener en consideración que, al ser una prueba proyectiva, será siempre recomendable triangular la información obtenida en el test con entrevistas u otro test de personalidad que permita contrastar información.