El Test de Lüscher o test de los colores, es una herramienta proyectiva bastante utilizada durante los procesos de selección y durante los procesos de Desarrollo Organizacional (DO) actualmente. El test fue creado por el psicoterapeuta suizo Max Lüscher, quien se basó en la concepción de que los colores son un estímulo que afecta el sistema nervioso a través de la percepción visual, provocando un efecto determinado en cada persona. Por este motivo, las preferencias de cada persona brindan información valiosa sobre el funcionamiento cognitivo de cada persona, como también sobre sus procesos afectivos y sociales. Asimismo, el test tiene como objetivo medir el estado psicofisiológico de las personas, su estilo y su afrontamiento al estrés, como también distintos aspectos de su personalidad, según Franco Lotito.

Este test de los colores se utiliza bastante en las organizaciones para medir competencias laborales en los candidatos, particularmente competencias que son habilidades de tipo “blandas”, tales como trabajo bajo presión, responsabilidad, tolerancia a la frustración, entre otras. Considerando que el DO tiene como base el desarrollo de las relaciones humanas y la efectividad de las mismas dentro de una organización, las técnicas proyectivas como el Test de Lüscher se emplea para investigar y diagnosticar el funcionamiento dinámico e intrapsíquico de las personas, buscando emplear esta información en pro del cumplimiento de los objetivos organizacionales. Además, otro aspecto que se puede visualizar en el test de Lüscher es el tipo de comportamiento social que tendrá el candidato con sus pares en su contexto laboral.

Dado que el Test de Lüscher es también empleado para medir competencias laborales, específicamente las habilidades denominadas “blandas”, tales como el trabajo en equipo, la tolerancia a la frustración, la capacidad de enfrentamiento al estrés, entre otras, es una herramienta potente para diagnosticar posibles problemas individuales y relacionales entre los individuos y utilizar dicha información para establecer posibles cambios culturales u organizacionales en base a la misma. Asimismo, este proceso diagnóstico permitiría detectar la necesidad de intervenir a equipos y/o de implementar posibles estrategias e intervenciones enfocadas en habilidades blandas. Es más, para Martha Alles, el término Desarrollo Organizacional implica el conjunto de acciones que se realizan para modificar aspectos culturales o de comportamiento organizacional.

Según Franco Lotito en un artículo sobre los test psicológicos y las entrevistas como proceso de selección e integración de personas, el conjunto del análisis realizado posteriormente a la aplicación del Test de Lüscher entrega información sobre las principales características de personalidad de la persona evaluada, así como también su estilo de afrontamiento frente a situaciones diversas. Por este motivo, el test permitiría medir los niveles de ansiedad y estrés de los trabajadores de una organización con el objetivo de detectar posibles aspectos a mejorar, tales como: clima laboral, desempeño, motivación, síndrome de burnout, entre otros. Sin embargo, lo ideal sería complementar este test junto a otras pruebas y/o métodos de evaluación, en pro de contrastar la información obtenida.

Según un informe publicado por Mario Ariocha González en torno a las técnicas proyectivas en el ámbito organizacional, la inclusión de una batería de test proyectivos en una organización depende de la necesidad de la empresa de descartar en cargos puntuales variables relacionadas con la salud mental del evaluado y con aspectos motivacionales inconscientes. También, las pruebas proyectivas se utilizan como un excelente complemento de otros instrumentos de evaluación utilizados para detectar posibles patologías emocionales que puedan afectar el desempeño de la persona dentro de la organización. Sin embargo, no se debe olvidar que la aplicación e interpretación del test debe ser realizada por una persona con la formación y experiencia suficiente en el área.

El mismo autor, Mario Ariocha, destaca que los test proyectivos incluyen una cuota de subjetividad que los profesionales que aplican el test deben tener en consideración en todo momento. Además, menciona que este test no debe sustituir los inventarios psicométricos y autodescriptivos de la personalidad, sino que, tal como se mencionó anteriormente, este debe actuar como un complemento para la batería de test aplicados y se debe contar con instrumentos que generen mediciones objetivas de las variables evaluadas. Sin embargo, se observa un déficit en las publicaciones sobre el rol del Test de Lüscher en el contexto de DO, por lo que se sugiere promover y aumentar el soporte metodológico e investigativo de este test, logrando a su vez una actualización en las bases de datos y en la búsqueda de información sobre este ámbito.

Referencias